Todo comenzó cuando Teresa se despertó. La sevillana de veintiun años sabía que sería una semana especial ya que habían planeado un viaje a Barcelona con sus padres y su hermano para pasar unos días familias, pero no se imaginaba que iban a pasar tantas cosas. Teresa se levantó muy feliz, la noche anterior estuvo pensando en todas las cosas que tenían que hacer en Barcelona ya que hacía cinco años que no volvían. La principal causa por la que visitavan la ciudad era porque su abuelo se había mudado y tenían que ayudarle a llevar las cosas a la nueva casa. Pero para aprovechar el viaje, reservason cinco días más para poder disfrutar de la ciudad.
Tenían pensado salir hacia las diez de la mañana pero, como siempre, Pedro, el hermano de Teresa, se había quedado dormido y cuando entraron al coche, eran ya las doce. Cada vez que viajaban, Teresa lo pasaba muy mal porque hacía seis años sufrieron un accidente bastante duro, pero con mucha suerte, no pasó nada. Esta vez tenían cuatro horas de coche, así que pusieron música para que no se pusiera nerviosa.
Eran las seis de la tarde cuando llegaron a Barcelona ya que habían parado en el camino para comer. Tardaron mucho en encontrar el hotel porque como siempre, se perdieron en el camino. Cuando por fin llegaron al hotel, guardaron toas sus cosas y como habían quedado con el abuelo Paco a las ocho y media, descansaron un poco ya que estaban cansados del viaje.
Teresa no durmió ya que estaba emocionada por descubrir cosas nuevas en la ciudad, así que, salió a pasear. Era febrero y hacía mucho frío,por lo que, Teresa entró a una cafetería a tomarse un café bien caliente. En la cafetería conoció a una chica llamada Sandra e hicieron muy buenas migas. Se intercambiaron los teléfonos y Sandra le dio la dirección de su casa por si le pasaba algo. Mientras estaban hablando, se dio cuenta que ya eran las ocho y media, entonces, salió corriendo hacia donde habían quedado con el abuelo Paco.
Mientras caminaba, recibió una llamada de Pedro diciendole que estabn en el bar, entonces, Teresa, aceleró el paso. Teresa estaba muy feliz ya que iba a ver a su abuelo al que tanto amaba. Todo iba bien cuando de repente, escuchó a un montón de personas gritando y corriendo. No tuvo tiempo de reaccionar, así que cerró los ojos y se quedó quieta. Cuando abrió los ojos, vio un camión enfrente de ella a punto de atropellarla. Entonces, cerró de nuevo los ojos y sintió que alguien la empujaba y le cogía en sus brazos y se quedó incosciente.
Mientras Teresa se encontraba incosciente, su familia estaba preocupada y la estaban llamando pero Teresa no contestaba. Cuando Teresa abrió los ojos, estaba muy nerviosa ya que no sabía que estaba pasando. Cuando intentó salir del bar un hombre se puso delante y le dijo: -¿Estás bien? -Sí ¿Qué ha pasado? -Ha habido un ataque terrorista.
Entonces, Teresa se preocupó mucho y quiso llamar a su madre, pero cuando metió la mano en el bolsillo, se dio cuenta que había perdido el móvil. Entonces, empezó a dirigirse hacia la calle para encontrarlo, pero cuando iba a abrir la puerta, el hombre le dijo que era muy peligroso y que era mejor perder un objeto que perder la vida.
La madre de Teresa estuvo llamándola hasta que al final alguien le respondió: - !Teresa! ¿Dónde estás? -No soy Teresa. Ha habido un ataque terrorista y acabo de encontrar su teléfono en el suelo. !No puede ser! ¿Dónde ha sido el ataque? -Al lado del centro comercial. -Vale ahora voy. Levanta la mano para que te reconozca.
Cuando María, la madre de Teresa colgó el teléfono, les contó todo a su familia y empezo a correr hacia el centro comercial. Empezó a llorar porque estaba muy preocupada ya que lo primero que pensó cuando le dijeron que había habido un ataque terrorista, fue qu su hija había muerto.
Cuando María llegó al centro comercial, identificó rápidanente a Sandra ya que era la única persona que había. Bueno, en realidad no era la única persona ya que había un montón de gente muerta, entonces, María se puso histérica.
Cuando llegó a donde Sandra, vinieron unos policías y les dijeron que entraran a un bar ya que era muy peligroso estar allí. María no quería entrar al bar, quería encontrar a su hija, pero al final, los policías consiguieron que María entrara al bar. Cuando entraron, Sandra intentó tranquilizar a María y cuando se relajó, empezaron a hablar: -¿Me puedes enseñar una foto de tu hija para qué sea más fácil encontrarla? -Es ésta. -!La conozco! Acabo de conocerla en una cafetería.
Mientras estaban hablando, entraron unos policías y empezaron a sacar a la gente del bar y empezaron a gritar: -!Ir rápido hacia la playa!
Entonces María y Sandra empezaron a correr lo más rápido que podían. Mientras tanto, Teresa se encontraba muy mal y un chicho llamó a la ambulancia y fue con ella al hospital. Cuando María y Sandra estaban corriendo, María empezó a chillar ya que había visto a su hija entrandl en la ambulancia. Intentó ir hacia ella pero los policías no le dejaron pasar. Sandra cogió de la ano a María y fueron a la playa. -!Venga María! -!Quiero ir a donde mi hija! -Tranquila. ¿Has visto que estaba con un chico? Pues es el amigo de mi prima. -!A mí no me importa eso!!yo solo quiero estar con mi hija! -Debería de importarte ya que llamando a mi prima conseguiré el teléfono de su amigo y él me dirá en qué hospital están. -¿A qué estás esperando, Sandra? Después de dos llamadas supo que Teresa estaba en el hospital que estaba al lado de la playa, a un kilómetro de donde estaban ellas. Cuando colgó el teléfono le dijo a María a donde tenían que ir y empezaron a correr hacia el hospital. María estaba muy cansada pero tenía tantas ganas de ver a su hija que no le importaba nada.
Cuando llegaron al hospital, se asustaron mucho porque vieron muchas ambulancias y muchas personas sangrando porque les había atropellado el camión.
Miraron a todas partes hasta que en una esquina vieron a Teresa con el chico: -!Teresa!¿Estás bien? -Bueno… Me he roto las costillas y el brazo. -Por lo menos estas viva… -!Sandra!¿Qué haces aquí? -Encontré tu móvil en el suelo y he ayudado a tu madre a buscarte. -¿Pedro, papá y el abuelo están bien? -No he hablado con ellos, ahora les llamo.
María llamó a su marido Jaime para decirle que Teresa estaba bien, pero cuando Jaime empezó a hablar, María empezó a llorar. No se lo podía creer, Pedro había muerto.
Todo ocurrió cuando María fue a donde Sandra. Pedro corrió detrás de ella y cuando Jaime se dio cuenta, intentó agarrarlo pero ya era tarde, un grupo de terroristas le habían disparado y cayó al suelo.
Ese día fue el más duro de sus vida. Lo que iba a ser un viaje divertido terminó siendo uno terrorífico asi que decidieron regresar a Sevilla para que no les pasase nada más.
Hoy en día van dos veces al año a Barcelona a visitar la tumba de Pedro y aunque ya lo hayan superado, se acuerdan mucho de él.